Es por eso...
Me fascina tu valentía ante el ridículo.
Tus pequeños saltos de alegría.
Tus múltiples personalidades en medio de la felicidad.
Tus murmullos caricaturescos.
Me encanta tu cabello a veces negro, a veces rubio, a veces rojo, pero siempre desordenado.
Amo tu vanidad a pesar de tu sencillez.
Tu perfeccionismo a pesar de que para mí ya eres perfecta.
Tu increíble inteligencia.
Tu sentido ilógico de la vida y tus ansias de justicia social.
Todo lo que es bueno, dura el tiempo suficiente para que sea inolvidable.